Mi historia
Soy una mujer resiliente, científica y humana. Mi voz no viene solo de los títulos, sino de haber caminado por donde caminan quienes hoy me buscan. Yo también estuve allí. Yo también necesité respuestas. Yo también tuve que aprender a sostenerme desde adentro.
Mi historia es testimonio de que se puede sanar, reinventar, crear y liderar desde la herida. Hoy transformo el dolor en propósito, la ciencia en compasión y la experiencia en servicio. Porque el mundo necesita líderes reales, vulnerables y conscientes. Y yo elijo ser parte de esa transformación. Si mi vida fuera una viñeta final, diría: “Ella no solo sobrevivió. Ella volvió más sabia, más fuerte y más luminosa. Y ahora enseña a otros a hacer lo mismo.”
Mi vida es un ejemplo de superación, aceptación, liderazgo y éxito. Con una gran fortaleza mental para no dejarme vencer de mis propias limitaciones y de una sociedad que te juzga cuando eres diferente.
Tengo parálisis facial desde que nací, nunca he podido sonreír físicamente como todos lo hacen, no fue fácil entrar a la universidad ya que me llegaron a negar mi ingreso por dicha parálisis, en una escena verdaderamente humillante y triste. Más adelante fui víctima de varios errores médicos, que me llevaron al borde de la muerte en 5 oportunidades, pasé por 12 cirugías, 20 diagnósticos de enfermedad desalentadores, un tratamiento oncológico devastador, física y emocionalmente.
He recibido los más duros golpes de la vida, perdí a mi bebe y la única oportunidad de ser madre, también me prepararon para la muerte, para aceptarla sin miedo. A Hoy puedo decir que soy una campeona de la vida. He luchado en contra de la corriente. Creo en los milagros y en el poder de la mente para sanar, para crear y lograr la vida que quiero vivir, porque soy un ejemplo de ello.